Música.
Suena por todos lados.
En estos momentos gemidos de actrices porno se acoplan perfectamente a un dulce Réquiem de Beethoven. Catalógalo como tú quieras. Para mi es arte.
Te preguntarás quién maneja los instrumentos y quién puede tener ese torrente de voz. Es banal en este momento. Es música, da igual de dónde venga, da igual quién la provoque, pero que no se detenga. Es placer, es sexo.
Tu sombra desvela tus secretos: tú formas parte del grupo, eres un ladrón de sensaciones. Te debo un sugus, me debes una hibernación. Viento, café y cristal. Hemisferios cerebrales inconexos brindando por la vida muerta. Delirios, anorexia y zinc. Ayer me debías siglos, hoy me debes el futuro: conquista Xibalba por mí. Mañana, las farolas estarán amarillas, y las sombras yacerán tranquilas de nuevo. Es hora de salir.
Yo tampoco entiendo nada, Mr. Jones.
Por cierto, nos hemos clonado (spam): http://floodland.es/panofobicos/