Vomito furia. Inspiro odio. Fuego, la preciosa melodía del fuego quemando sin cesar. Todo arde, y a cada segundo que pasa la humareda va cubriendo más el cielo. Ya no se ve el horizonte, ¿tú lo has visto alguna vez?. Caos, gritos, pánico, llantos, mujeres y niños siendo salvados, hombres huyendo despavoridos. Todos podrían haberse montado a lomos de sus caballos descarriados y escapar, pero todos prefieren optar por el camino difícil, cosas de humanos. Lo importante no importa, todos somos débiles aquí. Quizás lo mejor sea mantenerse al margen, o contar hasta infinito, eso siempre ayuda. En un instante todo empieza a desmoronarse. La calle pidiendo socorro, tú atado de pies y manos con cuerdas invisibles. Regocíjate ahora con tu felicidad, aún te queda tiempo. Yo me quedaré observando, impasible. Viendo el humo cubrirlo todo, viendo las llamas, viendo las gotas chocar contra mi ventana. ¿Gotas?, otra vez... has vuelto a tener suerte. Abre los ojos, el fin del mundo termina, está empezando a llover. Agua, la preciosa melodía del agua fluyendo sin cesar. Espiro amor. Trago calma.