El día que las monjas dejaron de saludarme por la calle, supe que las cosas iban mal. Algo extraño estaba ocurriendo. Un futuro aciago para el mundo.
Einstein ya profetizó algo similar en su día: "Si las abejas comenzasen a desaparecer, a la humanidad le quedarían pocos años de vida".
No son más que profecías y mensajes apocalípticos sobre el fin, o mejor dicho, sobre el inicio de algo distinto. Ciencia, Religión, dos pilares de nuestra cordura. A través de la experiencia derribamos nuestro lado Religioso; A través de la ignorancia nuestro lado Científico.
Creo, pero no tal y como lo cuentan.
No es verdad.
Claro que no lo es